UN POTRO
Criar un potro no es una tarea tan sencilla como en un principio puede parecer, deberemos prestar atención a múltiples y diferentes variables para que crezca de forma adecuada.
ALIMENTACIÓN
Al igual que sucede con los seres humanos, para el caballo los primeros años de vida son cruciales a la hora de determinar cómo será su salud en el futuro; de ahí que sea necesario prestar mucha atención a la alimentación del potro.
Al igual que sucede con los seres humanos, para el caballo los primeros años de vida son cruciales a la hora de determinar cómo será su salud en el futuro; de ahí que sea necesario prestar mucha atención a la alimentación del potro.
Lo más importante es que la dieta sea variada y que le aporte toda la energía que precisa.
Debemos tener en cuenta que el potro es por naturaleza goloso, lo cual le puede llevar a comer de más, lo que le puede crear problemas de salud; debemos vigilar que su ración diaria sea la adecuada.
En cuanto al tipo de alimento, debe saber que:
- Conviene que se alimenten de hierba pero sólo hasta el momento en que ésta pierde su valor nutritivo, esto es, a principios del otoño.
- A partir de principios de la estación otoñal deberemos alimentarlo con heno.
- En el invierno la dieta deberá ser más rica en proteínas, para lo cual podemos incluir cereales en su dieta y piensos que contengan los nutrientes necesarios.
- Tenga en cuenta que la hierba muy fertilizada hace que el crecimiento del caballo sea mucho más rápido, lo cual favorece que sus huesos se reblandezcan.
ALOJAMIENTO
A la hora de determinar el alojamiento que daremos a nuestro potro deberemos considerar dos elementos: el terreno al aire libre y las caballerizas.
A la hora de determinar el alojamiento que daremos a nuestro potro deberemos considerar dos elementos: el terreno al aire libre y las caballerizas.
- Terreno al aire libre:
El potro va a necesitar todo el espacio que podamos poner a su disposición, ya que eso le va a permitir moverse y comer a su gusto. Hemos de ser conscientes de que cuanto más corra un potro, más fortalecerá sus músculos y sólo de esa forma se convertirá en un caballo maduro mucho más sano. Además del espacio, deberemos tener en cuenta el tipo de hierba del que dispone, ya que esa será la comida del animal durante largas temporadas.
En relación con esto, hemos de saber que el mejor tipo de terreno es el que es llano y no cuenta con altos y bajos que producen charcos, un mal drenaje del suelo y obligan al potro a correr forzando sus articulaciones, lo que a la larga puede hacerle sufrir deficiencias en sus extremidades. Además lo óptimo es que el subsuelo sea de tipo calizo, ya que es el que da una hierba rica en cal y calcio, lo que favorece los huesos del potro (en caso de que desconozca de qué clase es su terreno, le recomendamos que avise a una empresa especializada, que determinará la calidad del mismo e incluso puede calcificarlo en caso de ser necesario).
Es aconsejable dividir el terreno en dos superficies separadas, de forma que le de tiempo a una a recuperar la hierba mientras el caballo se alimenta en la otra. Para ello deberemos ir restaurando el terreno utilizado, le recomendamos que lo haga de la siguiente forma:
- En primer lugar deberá alisar el terreno y limpiarlo (para que no se pudra).
- Después habrá que segar la maleza y los tallos altos que no han sido devorados por el caballo (así se facilita el crecimiento de la hierba más fina).
- Por último hay que considerar la necesidad de añadirle cal, lo cual estará en función de las características de la tierra.
Deberán tener dos características básicas:
- Estar perfectamente aireadas.
- Contar con un ambiente fresco, pero no frío. La temperatura ideal se sitúa entre los 12 y los 20 grados.
Cuidados Especiales
Como todos los animales, el caballo precisa de unos cuidados especiales durante sus primeros meses de vida, a continuación exponemos un listado con todas las atenciones que deberá prestarle y nuestras recomendaciones al respecto:
Recomendaciones:
- Trate de cobijar al animal los días en que empeora el tiempo.
- Trate de que su habitáculo no se sature de humedad.
Lombrices: es uno de los principales problemas que atacan al potro, que puede llegar a destruir sus órganos vitales. Para evitarlo vigile que el pasto esté limpio y cuide al máximo su alimentación (los animales mal nutridos son más propensos a este tipo de infecciones).
Recomendación:
Para detener la propagación de las lombrices: recomendamos que le de a lamer sal.- Las pezuñas: En cada momento deberemos prestarle las atenciones adecuadas:
- A los tres meses de vida del potro, conviene que limpiemos sus pies ya que la suciedad puede empezar a acumularse; para ello utilice una herramienta adecuada.
- A los cinco meses deberemos comenzar a limar los cantos de las pezuñas para reducir su longitud; para ello deberemos poner sumo cuidado en tocar la menor porción de hueso posible, con el fin de no afectar al pie.
- A los seis meses deberemos recibir la visita del herrero quien lo pondrá en las condiciones adecuadas para evitar problemas a la hora de calzarle la herradura.
- El Cepillado: Es conveniente cepillar al potro ya que con ello conseguiremos que se habitúe a nuestro contacto, además de que nosotros podremos aprovechar para examinarle, en busca de posibles heridas.
Para cepillar adecuadamente aconsejamos la utilización de un cepillo de púas redondeadas.
El cepillado se realizará de forma suave, excepto en la cola y en la crin, lugares en los que conviene hacerlo de forma más enérgica ya que con ello estimularemos el flujo sanguíneo en sus raíces y de esta forma avivaremos su crecimiento y robustez.
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