Alimentación
La cantidad de comida que un caballo necesita depende de su edad, estado de salud y de los esfuerzos que se le exijan. Un caballo de uso general necesita menos alimento que otro dedicado a los saltos. El temperamento del caballo también juega un papel en la cantidad de alimento que necesita. Algunos caballos se embravecen y son difíciles de tratar mientras comen.
Finalmente, el caballo necesita comer más en invierno para mantenerse caliente. Por lo general, la comida debe contener los siguientes elementos:
a. Carbohidratos
b. Proteínas.
c. Minerales y vitaminas.
Los Carbohidratos aportan energía, las proteínas son importantes para desarrollar los músculos, los cascos, el pelo, generar la sangre y producir la leche de las yeguas que crían. Los minerales y las vitaminas contribuyen a la formación y mantenimiento del esqueleto y al buen funcionamiento general del cuerpo.
En general podemos decir que la alimentación del caballo se compone de dos elementos principales: el forraje y el pienso. La clave para conseguir una alimentación adecuada es lograr el equilibrio perfecto en la cantidad a proporcionar de cada uno de estos alimentos.
Es decir, la hierba y el heno que aportan la fibra necesaria y suponen la mayor parte del volumen de la dieta. Su calidad dependerá como es lógico de la calidad de la hierba que tengamos, la cual debe ser vigilada para que mantenga durante todo el año los mismos valores nutritivos para el animal.
En cuanto al heno (hierba cortada y seca almacenada), tenga en cuenta que alcanza su mayor calidad después de florecer y antes de producir la semilla. Vigile que su heno cuente con hierbas buenas y nutritivas, algunas de estas son: Hierba de prado, la espigueta, la cola de rata, la hierba de páramo.
Nunca de a su caballo heno viejo o con moho, podría perjudicarle su sistema respiratorio. Además debe dejar transcurrir por lo menos seis meses para que un heno sea válido para la alimentación.
Le recomendamos que si no posee hierba de calidad, utilice el ensilado (hierba natural empaquetada al vacío), ya que posee un alto valor nutricional. Puede mezclarlo con el heno para aumentar su volumen pero también debe saber que el ensilado puede sustituir completamente al heno, eso sí, debe introducirse en la dieta del animal de forma gradual.
Da al caballo la energía que precisa. Podemos hablar de la existencia de dos tipos de pienso: el concentrado y el compuesto.
Los piensos concentrados nunca deben ser suministrados como alimento único, sino mezclado con forraje, de forma que el caballo los digiera lentamente. Entre las diferentes clases de este pienso podemos señalar:
- La cebada: proporciona energía y volumen a la comida.
- La avena: ideal para el caballo ya que la digiere fácilmente. Es conveniente aplastarla para evitar que la ingiera rápidamente.
- El maíz: deberemos suministrárselo cocido y en copos, es un complemento perfecto para dar volumen a la comida.
- El salvado: no tiene valor alimenticio, pero puede añadirse para dar volumen.
En cuanto a los piensos compuestos o de mezcla, se trata de un alimento mucho más completo, tenemos la siguiente variedad:
- Pienso compuesto completo: que contiene piensos concentrados y forraje, por lo que se trata de un alimento muy completo, si bien recomendamos mezclarlo con algo de forraje natural para que resulte más digestivo.
- Pienso compuesto concentrado: contiene gran cantidad de minerales, proteínas y vitaminas por lo que puede suministrarse tan sólo con heno.
- Granulados: que disponen de gran variedad de ingredientes molidos, tratados al vapor y prensados.
- Mezclas variadas.
La alimentación de nuestro animal deberá ser completada con suplementos que dependerán del estado de cada caballo en particular:
- Vitaminas:
las básicas deben ser suministradas a todos los caballos, éstas son:
- Vitaminas A, D y K: que el caballo almacena en la grasa.
- Vitaminas C y B: que deberemos disolver en el agua y reponerlas a diario, fundamentalmente en los caballos que deben realizar duros trabajos y en invierno.
Además existen otras vitaminas adicionales, cuyo suministro dependerá directamente de la necesidad que tenga cada animal.
- Aceite de hígado de bacalao: que aporta vitamina D y es recomendable para animales que no disponen de vegetación al aire libre y sobre todo en el invierno.
- Aceite de linaza: que favorecerá la digestión del animal, al tiempo que le dará brillo al pelo.
- Cebada hervida: especialmente indicada en el invierno.
- Linaza hervida: debe darse en pequeñas cantidades y mezclada con el resto de la comida. Supone un aporte proteínico perfecto.
- Golosinas: caramelos, manzanas...son elementos perfectos como recompensa para el animal.
“Golosinas”
Hay golosinas que se les da a los caballos para diferentes ocasiones.
Avena: es muy nutritiva y se digiere fácilmente, es muy importante que la avena sea de buena calidad, los granos han de ser secos y brillantes, sin olor mohoso y tener un tacto suelto en las manos. La avena es el alimento mejor, si se combina con el heno.